La Festividad del Cordero es la más importante de todas las celebraciones del calendario musulmán. Se trata de conmemorar un pasaje del Corán -y de la Biblia- en el que Abraham (Ibrahim) ofrece a su hijo, Ismael, en sacrificio como un cordero y obedeciendo a Dios. Una orden divina que pone a prueba la fe del padre.
En el Matadero de Gran Canaria, durante la jornada de la Fiesta del Cordero, este 1 de septiembre, la actividad se intensifica sacrificándose unos 400 corderos para la comunidad musulmana de la isla de Gran Canaria.
La fiesta en el mundo
El nombre de la celebración en el mundo hispano es ése, la Fiesta del Cordero, que en realidad podría traducirse como Celebración del Sacrificio, el Eid al Adha o el Aid al-Adha. En el África musulmana, en Benín, en Senegal o en Malí, se la denomina Tabaski; entre los Amazighs del África Septentrional se la conoce como Tabaski. Sin embargo, la esencia de la festividad, su significado y su simbolismo son los mismos en todo el mundo musulmán.
La fecha de la Festividad del Cordero es fija aunque su ubicación en el calendario oscila entre el mes de septiembre y noviembre, justo el décimo día del mes de Zill-Hajj. La peregrinación que todo buen musulmán debe hacer al menos una vez en la vida suele coincidir con este mes.
En el día de la Fiesta del Cordero, los musulmanes de todo el mundo ofrecen un animal a Dios en sacrificio, bien una vaca o bien un cordero, para agradecer a Dios haber salvado la vida del hijo de Abraham.
Sumisión
Con la celebración de la Festividad del Cordero, los musulmanes recuerdan -y perpetúan- el significado de la sumisión como lo hizo Ibrahim quién estuvo dispuesto a sacrificar a su hijo por obedecer al Dios. Ismael cumple en el Corán el papel que en el Cristianismo se otorga a Isaac, de ahí la importancia del gesto para los creyentes musulmanes.
En esa jornada, los musulmanes que están en la Meca acaban con los ritos de su peregrinación y a continuación sacrifican al animal, o, en la inmensa mayoría de los casos, pagan a un matarife cualificado para que lo hagan en su nombre. Fuera de la Meca, los musulmanes dedican la jornada a la oración en sus mezquitas y las familias se invitan a comer mutuamente.
Los musulmanes acuden a las oraciones de las mezquitas ataviados con sus mejores galas, siempre bien perfumados, en un acto de demostración de pureza. En la mezquita se rezan unos versículos que sólo se recuerdan en las dos celebraciones clave anuales y en los entierros.
En la mezquita, los musulmanes dan gracias y glorifican a Dios justo hasta que el imán inicia las oraciones recitando siete takbir, glorias a Dios, ritual que se completa con dos prosternaciones. Después, el imán pronuncia una jutba, o lo que es lo mismo, el sermón de los viernes. Después de ésto, los fieles se besan como forma de manifestar su hermanamiento, felicitándose la fiesta.
Mataderos Insulares de Gran Canaria es un servicio público, y, como entidad, contribuye a la vida social por medio del encuentro entre personas de distinto signo religioso o entre diferentes confesiones.