Las condiciones para el bienestar animal en las cadenas de producción de alimentos son una obligación natural que representan la plasmación de diferentes avances pósitivos en la relación de los humanos con los animales.
Bienestar animal es también igual a calidad alimentaria, a dignidad y supone ahora mismo un cambio normativo y cultural de primer orden.
Bienestar animal y calidad alimentaria. Los animales suelen ser víctimas de nuestros modelos de vida, producción y consumo. La creación de estándares obligatorios para el bienestar animal, para las condiciones de vida de los animales destinados al consumo humano, las mejoras en su transporte y su sacrificio repercuten en la calidad nutricional de la carne obtenida, en la de los mismos alimentos y en la salud humana.
De animales con vidas miserables a animales tratados con dignidad para vivir vidas felices. Desde el nacimiento de los animales de producción, pasando por la crianza hasta el sacrificio, el objetivo de las garantías de bienestar animal no es otro que favorecer comportamientos naturales básicos, eliminando cualquier experiencia organizada de crueldad, miedo o padecimiento.
Con ello, quedan desterrados los encerramientos violentos, las condiciones de aislamiento, los cortes sin anestesia, los marcados a fuego, la convivencia con los propios excrementos, las saturaciones de los aires, las castraciones o las manipulaciones genéticas tendentes a crecimientos rápidos o incrementos de producciones.
Los confinamientos impiden incluso a los animales expresar libremente sus preferencias naturales, de alimentación, de descanso o en la relación con otros ejemplares. En el caso de pollos y gallinas, los nuevos reglamentos de bienestar animal obligan a crear condiciones de oscuridad para descanso de las aves de seis horas cada 24 horas.
Exigencia legal. Ahora mismo, el bienestar animal no es un requerimiento discutible ni eludible en los pliegos de condiciones de cualquier operador dispuesto a realizar servicios con animales vivos para cualquier administración española. Está, como no puede ser de otra manera, en todas las ofertas de capacitación laboral agrícola y agroalimenaria, en las enseñanzas de consejos reguladores, de sindicatos, de organismos y en empresas e industrias privadas.
El bienestar animal forma parte de la ética y de los valores específicos de la industria agroalimentaria y está en la línea de arraigar en los estilos de vida de los agricultores y ganaderos, de cambiar social y culturalmente a todos los sectores relacionados. Con la capacitación en bienestar animal también se innova. Se innova porque se sientan las bases de una forma diferente de orientar la calidad de los alimentos.
La aplicación de métodos que garanticen el bienestar animal representa una obligación con la que definimos nuestro papel en la relación con la naturaleza. Una forma de humanizarnos.
El bienestar animal, calidad de vida, calidad humana.